viernes, 8 de agosto de 2008

Las relaciones sociales

Foto editada por Gustavog

"Desde hace más de veinte años el área de trabajo y de intervención de las habilidades sociales ha ido fortaleciéndose en nuestro país y tomando posiciones acordes con los tiempos actuales y sus necesidades. Aparece ahora como el área más eficaz para prevenir la violencia en contextos familiares y escolares, una amenaza presente en los dos contextos más relevantes para un desarrollo saludable y armonioso. La violencia interpersonal en la familia es hoy un problema recurrente de alta intensidad. No sólo preocupa la violencia de género en las relaciones de pareja, sino la violencia intergeneracional que, además, se observa en una doble dirección: el maltrato de los padres hacia los hijos y el maltrato del hijo adolescente que actúa de forma negativista o produce daños físicos o psíquicos a su madre o padre. En ambos casos se trata de contextos en los que prima una interacción autoritaria, carente de afecto, sin empleo del humor ni cooperación ni ayudas, donde se resuelven los problemas y conflictos interpersonales de manera inhábil, agresiva o excesivamente directiva. Este tipo de contextos se asocia a la génesis de problemas de conducta social con consecuencias de psicopatología.

Por tanto, si en el contexto familiar predomina la comunicación, se expresa el afecto, se respetan los límites y se resuelven los conflictos interpersonales mediante la negociación y el consenso, entonces los hijos aprenderán habilidades sociales que faciliten su educación y permitan una vida más armoniosa a sus padres. Si un niño o niña es educado en un ambiente facilitador como el que se ha descrito más arriba, es improbable que se convierta en un maltratador de sus padres cuando llegue a la adolescencia. La influencia de la familia y de la educación en los tres primeros años de edad, cuando la experiencia escolar es muy débil, es fundamental para lograr un desarrollo armónico y saludable. En los tres primeros años de vida un niño o niña debe haber establecido los rudimentos de su carácter y personalidad en base a lo que sus padres han moldeado en él o ella, bien con sus estrategias educativas intencionadas, o bien con su ejemplo cotidiano, reforzando determinadas conductas, y sugiriendo, permitiendo y conteniendo otras.

En el contexto escolar se ha reconocido que enseñar estrategias no agresivas de solución de conflictos interpersonales es una de las vías más efectivas para lograr climas sociales positivos y prevenir violencia y conflictos mal resueltos. Los programas que enseñan solución competente de los conflictos interpersonales representan hoy una vía de tratamiento y prevención de la violencia escolar. En estos programas se enseña, tanto a profesorado como alumnado, habilidades socio-cognitivas como respetar al otro, ponerse en el punto de vista de otros, búsqueda de consensos, negociación, expresarse asertivamente, cooperar, ayudar y otras igualmente importantes. Una vez enseñadas, el centro escolar debe ajustar sus normas de disciplina a los objetivos de promoción de habilidades sociales y practicar diariamente, en cualquier conflicto que surja, el afrontamiento hábil y las estrategias competentes que se han enseñado. Además, el centro también debería promover valores y actitudes acordes con una resolución pacífica de conflictos personales, contra el empleo de la violencia en las relaciones humanas, a favor de la búsqueda del consenso, negociación, respeto y consideración hacia los demás.

Algunos problemas de la conducta social son innatos, y otros totalmente aprendidos, pero tanto unos como otros se afirman o se reducen dependiendo del asesoramiento que reciba la familia. Por supuesto que, en muchos casos, una medicación bien administrada ayuda, pero es indispensable una buena orientación a la familia y al entorno inmediato del niño o niña. Estos niños o niñas afectados de problemas de la conducta social, cuando sean adultos podrán desarrollar vidas plenas y ser felices dependiendo del tratamiento que haya tenido su problema en la infancia y adolescencia. Por otra parte, muchos jóvenes y adultos delincuentes informan de haber tenido en su infancia problemas de conducta mal resueltos por causa de fracasos en la familia.

El libro que se presenta trata de esta extensa área del estudio e intervención que son las habilidades sociales. Establece primero un marco teórico para explicar el punto de partida que se adopta en el libro. A continuación, en el capítulo 3 se desarrollan los problemas individuales de la conducta social, tanto los que se producen por exceso (agresividad) como por defecto (inhibición y timidez). Los tres restantes capítulos se dedican a explicar modelos y estrategias de intervención en las habilidades sociales, en consultas clínicas, en la familia y en la escuela. Cada uno de estos tres capítulos, que contienen de por sí muchas aplicaciones al campo profesional o para los padres, lleva una guía práctica que desarrolla algunas ideas más para aplicar en la práctica los principios que se sugieren. Estas guías prácticas aparecen al final del libro.

Esperamos que sea un instrumento útil para educar más conscientemente a los niños y niñas, enseñando estrategias desde los primeros años que les conviertan en buenos solucionadores de problemas y conflictos interpersonales. De esta manera les dotaremos de recursos para que lleguen a lograr felicidad y salud independientemente de cualesquiera avatares que les disponga la vida."

TRIANES TORRES, Mª V.; MUÑOZ SANCHEZ, A. Mª. y JIMENEZ HERNÁNDEZ, M. (2007) INTRODUCCIÓN. EN "LAS RELACIONES SOCIALES EN LA INFANCIA Y EN LA ADOLESCENCIA Y SUS PROBLEMAS". Madrid: Ed. PIRÁMIDE. (Págs. 11 a 13)


1 comentario:

Anónimo dijo...

hola no sirv e esta investigacion