viernes, 5 de septiembre de 2008

La amistad

Foto editada por Analía Manetta

  • "Las relaciones de amistad de un niño también son consideradas indicadores de competencia social (Howes, 1987). La literatura empírica ofrece una gran cantidad de información sobre su naturaleza y desarrollo, y reconoce la importancia que tiene la amistad para el desarrollo del niño o niña (Hartup, 1992b, 1996; Newcomb y Bagwell, 1996). La amistad pone de manifiesto el carácter transaccional de la competencia social, puesto que la calidad de la relación
depende de ambos miembros de la interacción. La amistad proporciona a los niños:
  • información,
  • apoyo emocional e instrumental,
  • intimidad,
  • reciprocidad,
  • compañerismo
  • y oportunidades para aprender a resolver conflictos constructivamente.

Por tanto, brinda oportunidades importantes para el desarrollo de muchas habilidades sociales, de manera que los niños sin amigos pierden la oportunidad de participar en ricas experiencias sociales. Las investigaciones han señalado las diferencias entre tener o no amigos. Por ejemplo, Parker y Asher (1993) encontraron que los niños sin amigos se sienten más solos que los niños con uno o más amigos. Además, el número de amigos se correlaciona positivamente con el ajuste socio-emocional y académico (Vandell y Hebree, 1994). También la calidad de la amistad ha sido considerada un factor relevante. Parker y Asher encontraron que la calidad de amistad correlaciona negativamente con la aparición de sentimientos de soledad, independientemente de la aceptación de los iguales y el número de amigos. Además, se ha encontrado que las amistades de niños antisociales son de más baja calidad, duración y más conflictivas que las amistades de niños sin problemas (Dishion, Andrews y Crosby, 1995; Hartup, 1996). Algunos niños pueden dejarse influir negativamente por las características de sus amigos. Por ejemplo, Berndt y Keefe (1995) encontraron que aquellos alumnos que al principio del año escolar tenían amigos disruptivos que aquellos compañeros con amigos menos disruptivos. Además, preadolescentes y adolescentes rechazados y agresivos tienden a buscarse como amigos y crear grupos que exhiben conducta antisocial (Tessier, Tremblay y Bukowski, 1994; Kupersmidt, DeRossier y Patterson, 1995)."

TRIANES TORRES, M.V.; MUÑOZ SÁNCHEZ, A.M. y JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, M. (2007) LAS RELACIONES SOCIALES EN LA INFANCIA Y EN LA ADOLESCENCIA Y SUS PROBLEMAS. Madrid: Editorial PIRÁMIDE. (Págs. 34 y 35)

1 comentario:

Nosotras mismas dijo...

Muy interesante.

Gracias.

Saludos.